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Formas de hacer frente a las consecuencias del cuidado de otras personas
En esta sección, analizamos posibles medidas que podemos tomar para apoyarnos en las luchas que supone ser cuidador.
Tomarse un descanso/ Encontrar el "tiempo para mí"
Cuidar de alguien parece una ocupación a tiempo completo, pero no tiene por qué serlo. Cuidar de uno mismo nos prepara para desempeñar mejor nuestro papel.
La mayoría de los cuidadores dudan a la hora de tomarse un descanso de sus responsabilidades, ya que se sienten culpables por alejarse, aunque sea temporalmente. Sin embargo, negar sus necesidades de salud física y mental durante un tiempo prolongado trastocará su identidad.
Intenta salir de casa y estar solo a diario, aunque sólo sea unos minutos. Puede ser algo tan sencillo como dar un paseo o comprar comida. Algunos cuidadores trabajan a tiempo completo mientras atienden a su ser querido. Aunque esto puede ser un descanso necesario, también puede añadir estrés a la situación. Cualquier actividad que te permita la independencia de ser tu mismo, por pequeña que sea, puede ayudarte a centrarte y evitar el agotamiento.
Conoce tus limitaciones: no puedes verter de una jarra vacía
Los cuidadores también son individuos que tienen sus propias necesidades, deseos y anhelos. También disponen de una cantidad determinada de recursos.
Actuamos como cuidadores de personas que suelen estar cerca de nosotros y, por tanto, nos sobrecargamos de responsabilidades. A veces nos sentimos culpables y tememos no estar dando lo mejor de nosotros mismos.
Una persona sólo puede dar hasta cierto punto. Después, necesita reponerse. Es importante recordar que la incapacidad de dar en un momento dado no se traduce en fracaso.
Poner límites es sano y pedir ayuda también lo es. Establecer límites realistas sobre lo que puedes hacer se convierte en algo esencial. Por ejemplo, si tienes una lesión de espalda y tu ser querido es demasiado grande para que lo levantes, puedes ayudarle a darse la vuelta en la cama, pero no intentes levantarlo tú solo ni cogerlo si se cae. Puedes acabar gravemente herido e incapacitado para ayudar a alguien. Aquí es donde se necesita la ayuda de expertos; las enfermeras de atención domiciliaria o los fisioterapeutas pueden enseñarte a trabajar con seguridad. También pueden ayudarte a conseguir equipos especiales si los necesitas. Tu propia salud y seguridad deben ser lo primero si quieres seguir ayudando a tu ser querido.
Cómo encontrar apoyo para ti mismo
Lo más sorprendente del apoyo es que te ayuda a "compartir". Compartir la carga, las responsabilidades, el trabajo. No promete quitártela, pero sin duda ayuda a aliviarla compartiéndola. Algunas posibilidades pueden ser:
1. Familia y parientes - Tradicionalmente, el apoyo se encuentra en la familia, los parientes y los amigos, que proporcionan un espacio seguro para sentir las diversas emociones que surgen en el viaje del tratamiento contra el cáncer.
2. Grupos de apoyo - Algunos de nosotros podemos encontrar más consuelo en compartir y buscar el apoyo de personas que se encuentran en una situación similar a la nuestra, lo que te hace sentir realmente comprendido. Hablar con otras personas que se encuentran en situaciones similares a la propia puede ayudar a aliviar la soledad. También se obtienen ideas útiles de los demás que pueden ser de ayuda. GRACE tiene un foro activo para aquellos que buscan apoyo, y se puede encontrar aquí.
3. Asesoramiento individual - Otra opción es hablar con un profesional capacitado para ayudar, apoyar y proporcionar atención en la situación para aumentar la auto-eficacia.
Prepárate para que algunas personas no te ayuden
Cuando alguien padece una enfermedad grave como el cáncer, los amigos y la familia suelen tender la mano para ayudar. A veces, personas a las que no conoces muy bien también quieren echarte una mano. Sin embargo, es importante darse cuenta de que hay otras personas que tal vez no puedan o no quieran ayudarte. Puede que te preguntes por qué alguien no se ofrecería a ayudarte a ti o a tu familia cuando estáis lidiando con tantas cosas.
Algunas razones comunes son:
- Enfrentarse a sus propios problemas
- Falta de tiempo
- Miedo al cáncer o haber tenido ya una mala experiencia con el cáncer; no querer implicarse y volver a sentir el dolor.
- Creer que es mejor mantener las distancias cuando la gente lo está pasando mal.
- No darse cuenta de lo difíciles que son realmente las cosas para ti, o no entender que necesitas ayuda a menos que se la pidas directamente.
- Sentirse incómodos porque no saben cómo demostrar que se preocupan por ti.
- Diferencias culturales en cuanto a la conveniencia de ofrecer atención
Si alguien no te ofrece la ayuda que necesitas, puedes hablar con él sobre tus expectativas, sobre todo si la relación forma parte de tu vida. Es muy posible que estén abiertos a discutir el tema y te permitan ver su punto de vista. También puedes optar por aceptarlo. Sea cual sea tu elección, tratar el tema puede evitar que se acumulen el resentimiento y el estrés.
Auto-compasión
Los sentimientos no son inherentemente "buenos" o "malos"; simplemente existen y hay que entenderlos. El primer paso para comprender tus sentimientos es saber que son normales y, lo que es más importante, válidos.
Algunos sentimientos que pueden aparecer y desaparecer son:
- Tristeza. Está bien sentirse triste. Sin embargo, si dura más de dos semanas y te impide hacer lo que necesitas, habla con tu médico.
- Enojo. Puede estar enojado contigo mismo o con miembros de tu familia. Puedes estar enfadado con la persona a la que cuidas. Debes saber que la ira suele ser consecuencia del miedo, el pánico o el estrés. Intenta ver qué hay detrás de la ira.
- Duelo. Puede que sientas la pérdida de lo que más valora. Puede tratarse de la salud de tu ser querido o de la pérdida de la vida cotidiana que tenías antes de que le detectaran el cáncer. Permítete llorar estas pérdidas.
- Culpabilidad. Sentirte culpable también es habitual. Puedes pensar que no estás ayudando lo suficiente, o puedes sentirte culpable de estar sano.
- Soledad. Puedes sentirte solo, incluso con mucha gente a tu alrededor. Puedes sentir que nadie entiende tus problemas. También es posible que pases menos tiempo con los demás.
Experimentar estos sentimientos sólo significa que eres humano y que necesitas la misma atención y los mismos cuidados que tú, como cuidador, extiendes a los demás a tu alrededor.
Cuidar tu cuerpo
Puede que te sientas demasiado ocupado o preocupado por tu ser querido como para pensar en tu propia salud. Sin embargo, es habitual que los cuidadores tengan problemas de sueño, dolores de cabeza y ansiedad, además de otros cambios físicos.
¿Tenías problemas de salud antes de convertirte en cuidador? Si es así, ahora es aún más importante cuidarte. Además, añadir factores estresantes a tu vida puede causarte nuevos problemas de salud. Asegúrate de informar a tu médico si notaa algún cambio nuevo en tu cuerpo. Manténte al día con tus propias necesidades de salud.
Intenta lo siguiente:
- Acudir a todas tus revisiones
- Tomar tus medicamentos
- Comer saludablemente
- Descansar lo suficiente
- Hacer ejercicio
- Dedícate tiempo a relajarte
Encontrar el sentido a todo durante el cáncer
El cáncer hace que muchos cuidadores vean la vida de nuevas maneras.
Piensan en el propósito de la vida y a menudo se centran en lo que más valoran. Es posible que tu y tu ser querido se pregunten por qué el cáncer ha llegado a sus vidas. Puede que anhelen que las cosas vuelvan a ser como antes de la enfermedad. También es posible que vean cosas buenas, como por ejemplo, que el cáncer les une más. Es normal ver la enfermedad tanto en positivo como en negativo.
Habla con tu pareja
Muchos de los miedos e inseguridades que surgen tras el diagnóstico
pueden estar centrados en los retos asociados a la toma de decisiones y el bienestar de nuestra pareja enferma de cáncer. A veces, mantener una conversación sincera y empática puede ayudar a apaciguar los temores.
Algunas sugerencias son:
- Hablar de cómo se siente cada uno
- Compartir cómo lo está afrontando cada uno
- Analicen las cosas que les causan estrés a ambos
- Hablen de las decisiones que pueden tomar juntos.
- Intenten estar agradecidos el uno por el otro
- Dediquen tiempo a otras cosas aparte del cáncer
El tratamiento y la recuperación del cáncer es un proceso que requiere apoyo, paciencia, atención y amabilidad, tanto para el paciente como para su cuidador. Sé amable contigo mismo como cuidador y nunca dudes en pedir ayuda, ya sea profesional o personal. No estás solo.
Sharika se licenció en Psicología Clínica en el Hospital Dr. Ram Manohar Lohia (PGIMER) y obtuvo un máster en Asesoramiento Clínico y Psicología Aplicada en la Universidad de Delhi. Agradecemos a Sharika su voluntariado y su ayuda a la comunidad GRACE.
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Hi elysianfields and welcome to Grace. I'm sorry to hear about your father's progression.
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Hello Janine, thank you for your reply.
Do you happen to know whether it's common practice or if it's worth taking lazertinib without amivantamab? From all the articles I've come across...
Hi elysianfields,
That's not a question we can answer. It depends on the individual's health. I've linked the study comparing intravenous vs. IV infusions of the doublet lazertinib and amivantamab...
Hello Linda, my name is Alexandra Beneke, I'm the Outreach Manager for GRACE. Your willingness to share your experiences and knowledge with the cancer community is truly inspiring. Your dedication to...
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